miércoles, 29 de septiembre de 2010

Letras del viento


Palabras al viento,
en el aire están.

Busca la rima,
la cima allí está

Conseguir la meta
en la prosa de vivir

Ser igual al viento
que sopla en la tempestad

Encuentra mis letras,
no hay frialdad

Ser en la naturaleza,
leer en donde parece no haber
color

sábado, 18 de septiembre de 2010

El frío me quemó el alma


¿Quién puso esta bolsa de cemento sobre mi pecho? Hoy casi fragua sobre mi a causa del llanto que pudo ser contenido, pero no por eso ignorado. Me ahogué. No pude seguir cantando, privado de mi propia voz.

Tuve que salir casi espantado por la angustia contenida en un suspiro que no fue interminable. Cortado. Necesitado de contención mental. Obviamente, fallé en mi intento por brindar cosa semejante.

Pero el sonido de una cuerda puede cambiar el mundo, mi mundo, por lo menos. Aún así, no pude escuchar, no pude hablar. Las manos en la cabeza, las piernas con ganas de patear el penal más fuerte de la historia. Los dedos entre los cabellos, rascando, buscando donde está el problema. Es mucho más profundo. ¿Qué tan profundo queda el corazón?

Entre la ciclotimia de la revolución interna de los sentimientos, queda el vaso, medio lleno, medio vacío… pero vaso, al fin. Es una especie de vivir entre las junglas húmedas y espesas, no poder mirar alrededor sin correr el riesgo de caer en el apetito voraz de uno mismo, y bajar hasta el fondo para salvarse y salir de un solo saque.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Desde afuera, me ven


En la esfera soy la parte más al borde, que se estrella contra todo y rebota en la mirada ajena.

Voy y vuelvo, soy propio y soy de nadie.

Querer gritar al viento que existo y perderme en la soledad de un ermitaño de sillón.

Va más allá de la dicotomía del ser o no ser…

Se que soy, pero quiero saber quién soy para los otros.

La mirada me deja trunco frente al espejo que me muestra difuso.

Enriquecido y empobrecido por mi lenguaje, por el de los demás y por el de todos.

Qué dirán, qué serán…

Me muero en la nostalgia por lo que nunca voy a ser.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Mi verde y dorado

Dale Play a este video y a leer

Colgué
Giré una vez
Nunca me detuve
Quise frenar
Caí

Fui
Terminé todo
No llegué a concretar
Me sentí solo
Lloré

Mentí
Fui nada
Fui más que todo
Fui amor
Odio

Y encontré en mi ciencia la sangre
Y encontré en mi amor la verdad
Sólo que nunca pude volver a encontrar…
Mi voz

Curé
El tiempo
Sufrí más de la cuenta
Sentí poco
Herí

Nací
Caminé
Llegué al abismo
Era tarde
Morí

Hoy
Mañana
Cuando sea
Ojalá
Ya

Y encontré en mi ciencia la sangre
Y encontré en mi amor la verdad
Sólo que nunca pude volver a encontrar…
Mi voz

martes, 7 de septiembre de 2010

La creación y la duda


Centro adentro de la diversificación del camino colectivo se esconde la manera de unir los tejidos vivos de la madeja del instinto de supervivencia. Creando y craneando al monstruo colaborativo de la voluntad humana, fuera de los límites alcanzados por la autoridad que germina en el extinto sabor de la victoria en mano ajena.

¿Será la unión de lo desconocido en un cuerpo multiforme que, aunque opaco, se construye como uno frente a sí mismo y los demás, lo que permite ahora que el panóptico de la vigilia busque imponerse en tierras firmes? Alzar la voz al desconocido que amalgama y destruir la imposición de la omnipresencia implícitamente incoherente, puede ser la acción más noble. O tal vez un caso Kamikaze.

Nadando en los ríos de la sobriedad, el esfuerzo se transforma en aluvión, en río crecido, en volcán en erupción. Volver atrás tras el fenómeno, es nadar contra la caída de la catarata de plomo que vive en la resignación y el miedo.

Identidad nunca robada, reinventada… reencontrada en el caos de la desesperación por ser quien nunca escuchará más allá de lo que sucede fuera del tímpano de su egoísmo.