miércoles, 7 de octubre de 2009

"Pero vos no ves, porque no hay ojos acá"

La semana pasada visité junto a un grupo de colegas los pagos de la provincia de San Luis. Al estilo de un viaje de egresados de experiencias diversas, recorrimos los caminos de un lugar que para algunos parece ser la Tierra Prometida, que durante tantos años estuvieron esperando, mientras que para otros, en especial nosotros, los extranjeros, se nos presenta como un lugar indescifrable y místico.


Bajo un cielo celeste de varios días y un calor que iba y venía por el horizonte marcado entre las sierras y la nada, un suelo, dominado por los pardos y amarillos colores, aún dejaba algún lugar para la vegetación y esos verdes que tantas veces nos parecen indiferentes pero que luego de estar ausentes por mucho tiempo, nos brindan una felicidad inmensa con tan solo apoyar un pie desnudo sobre ellos.

Digamos que pudimos vivir en un cuento, pasando a la inmensidad y luego a la mínima expresión de lo real, de la simpleza a la complejidad de un mundo globalizado pero con fuertes raíces, de difícil procedencia a los ojos del forastero.

Quiero creer que lo que viví fue real, quiero sentir que hubo algo más allá y que lo que me hace escribir hoy sea algo más que la pura rutina de un trabajo diario. Gozar o no gozar de aquello que entre sueños y guerras, entre blancos y negros, supo colorear de los amarillos de Borges, de la cegera parcial, que no reseca los ojos y nos hace sentir que hay algo más, pero que también nos explica porqué queremos regresar.

Vivo buscando una respuesta a una pregunta que no me atrevo a pronunciar en voz alta, y tal vez, en la ambiguedad de estas palabras y la denotación de estas imágenes, que el lente de una cámara supo atrapar al bajar mi dedo en un simple botón, encuentre a otros en la misma situación. Bienvenido sea el camino, bienvenida sea la luz.

LkS




1 comentario:

Anónimo dijo...

Luc! Aunque en pocos días yo también estaré viajando a San Luis, como bien sabés, creo que con esto que relataste ya me hiciste recorrer ya la mitad del camino. Me trasladaste! Lograste transmitir lindas sensaciones, gracias!! Un beso grande.
Lore Ferraro