Almas perdidas del Universo, sueños que vagan en sus cuerpos; mares de duda en lo incierto, corazones que sin penas ya se ahogan. Gana el sol de tu reflejo, amigo fiel del brillo que te ocultas tras la mirada indiferente de lo bello.
jueves, 7 de enero de 2010
Por aquí, por allá, tal vez haya alguna respuesta
Vive siempre como quieras vivir. Entre acordes de raíces, entre la mirada del pasado y una inquietante presencia de lo acontecido, estoy, sin rumbo, por el camino de la vigilia de lo invisible. Quiero entender que a veces las cosas no salen como uno quiere, pero también que es la propia responsabilidad la que hace, en parte, que se concrete lo imaginado.
Pero quiero imaginar algo fuera de la luz azul de la melancolía. No de la tristeza, no me refiero a eso. Luz azul, un concepto que suena tan bien cuando se lo menciona en inglés pero que pierde sentido en el español, o mejor dicho se le atribuye uno fuera de los premeditados. La melancolía de una luz azul es la misma paz, el mismo estado de reflexión y de estado puro al mismo tiempo, es cuando todo tiene sentido, con todas las preguntas incluidas, pasadas, futuras, holísticas, insignificantes, un todo y la misma nada.
Pensar que todo puede perder la atracción y dejar de ser parte nuestro conocimiento, por anticuado, por incomprensible, por contemporáneo o sólo por recuerdo. Así pasado un determinado tiempo todo lo que alguna vez fue importante, ya no tiene ese lugar reservado en la memoria, que parecía tan especial y ahora ni siquiera se sabe donde está.
Párrafos sueltos. Palabras al viento. Una vez escribí algo que no pudo ser canción aún: quiero gritar al viento cosas que no puedo pronunciar, el fuego dejó cenizas que ahora ocupan un lugar. Si bien se trató de una frase surgida de la misma nada, cuando uno se deja llevar y los dedos aprietan una letra seguida de otra en el teclado aparecen las relaciones místicas, el olvido se hace presente para ser recordado.
Es el soplar de una leve brisa sobre el rostro, o también sobre el empeine del pie a la orilla del mar, pisando la arena mojada que se hunde con nuestro peso al sentir el pasar de una ola ya sin fuerza, el que nos da la libertad. No nos quita el tiempo porque no existe. No nos quita nada porque ya tenemos todo.
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1 comentario:
Lukas! que bello espacio, tus palabras abren espacios para danzar...
cuando vuelva de las vacaciones nos juntamos con tus palabras, tus melodias y mis danzas, a ver que surge
un beso grande!
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