jueves, 25 de febrero de 2010

(Con)fusión

Soy víctima del amor sin rostro
de una imago de felicidad
que refleja, día a día, mi soledad.
Celoso de aquel que adquiere palabras
que hacen notar esta falta.

Espero en una desesperación
que, en vaivén, dibuja rostros
dibuja, completando una secuencia:
infeliz, conoce, completa y comparte,
ama y es feliz.

Restituye infinitamente la primera
se conforma al confundir los siguientes tres con Eros
y el nirvana, se imagina,
en cada sueño, en cada parpadeo.

Con un aroma, que es su aroma
con un rostro que mira y no comprende
todo eso que mi observar pretende.
Sobre este, mi amor se funde con el suyo,
queriendo llegar hasta la muerte.

No hay comentarios.: