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viernes, 29 de octubre de 2010

El momento y la distancia


Caer de la lluvia sobre la cabeza. Vientos tristes de la desesperanza. Aún así queda nada en el mundo y en menor medida los deseos que se pierden en la desolación. Busca el alma en el alba, busca la paz en el colchón, quiere sentir que nunca pero nunca dijo adiós.

Antes o después. El sentido de lo no realizado en la eterna mezcla y balanza de la cotidianeidad. Humilde ser, ambiciosa sensación de ser más pero no ser nada. Heraldo de la voz, sin un vos a quien recurrir. Escapar a la mentira para hundirse en la soledad.

Aprieta el pecho que lagrimea sobre las melodías tristes que se escapan de los dedos pero no terminan de ser. Respirar cuesta, la garganta se cierra. Duele saber que no se sabe qué decir, y que aún si no fuera así no se diría mucho.

Se escapa… se va… nada retiene su acción. No hay esfuerzos, sólo la melancolía llegó para apoderarse del cuerpo, que pronto será sólo un cuerpo opaco entre los mundos que pasan a su alrededor. Dejar de existir, más allá de guardar algo en un cajón.

Una canción para escuchar con el post: Baguala para dos - Laura Ros

jueves, 7 de octubre de 2010

La sorpresa efímera


Me pregunto en qué momento la magia termina. El enamoramiento de la novedad y la sorpresa, muchas veces termina fundiéndose en la rutina, y otras veces sólo se vuelve inexplicable el gusto que antaño deslumbró nuestro ser.

Volvió a ser la mirada cautiva del encantamiento, aquella que conquista con fijarse en estos ojos, la que me ayudó a dar cuenta de las vidas ocultas tras el manto de la neblina de la indiferencia.

Y cuando el amor del instante se acaba, llega el mito de lo que pudo haber sido. Del dulce recuerdo de la mentira imaginada, nostalgia de aquella luz que nunca se encendió en la noche estrellada y de luna nueva.

Contagiosa actitud frente al cambio, meticulosa forma de ver el mundo más allá de lo real. En el lampacear nocturno de los sueños fértiles de nuevas verdades, nacen las vueltas al maldito reloj de la cuenta regresiva del falaz paraíso de lo desconocido.