miércoles, 18 de noviembre de 2009

Hablando de la libertad


Ya lo dije anteriormente, será una teoría burda y grotesca pero hoy se aplica: el que apuesta a la suerte y al azar se puede quedar sin la torta y sin el pan. También hablábamos con la colega comentarista de este blog la necesidad de asumir las responsabilidades que a uno le tocan, para con los demás y con uno mismo. No hay mucha poesía en unas cuantas palabras vagas que surgen de la decepción, y menos cuando lleva implícita la carga de una merecida culpa por tener desfasadas las prioridades.

Acaso el tiempo robado será la misma mentira que nos proponemos creer hasta el cansancio. Para hablar de la libertad es necesario prever algunos pasos anteriores y eso consume tiempo y esfuerzo, y el tema es no agotarse en la mitad del camino. Desligarse de las responsabilidades y mentirnos acerca de nuestra viveza criolla es sólo engañarnos a nosotros mismos, hacernos un mal a largo plazo para la posterior perdida de sentido de lo que realmente queríamos hacer. Nuestra meta difusa, se borronea aún más y no llega a verse. Dónde, cuándo, qué. Nada tiene sentido, el significado se pierde en la piedra del zapato que nos molesta y no podemos quitar.

En el afuera está la salvación, la deliberación de lo correcto, tantas veces me mentí y ahora estoy así, sentado, escribiendo sin pensar una palabra. Ni dos, ni tres, ni un deseo de fugarse en el infinito mundo del pensamiento pueden hacer que en este momento la Tierra no me diga “estás acá, y la cosa no es tan fácil”. Tragame tierra y fundime en tu centro hasta que aprenda, renaceré hecho semilla y tal vez el fruto sea mejor. Para qué. Por quién. Para quién. No me pregunto, no me respondo. Sólo queda cargar la mochila al hombro y seguir el viaje- Ese que me habla de la libertad y a la que, si sólo me concentro en los hechos, parece que estoy esquivando.

¿Qué cosas no? Esta forma de engañarnos y pensar que lo que nos hace bien no es más que una piedra en el zapato.

3 comentarios:

Unknown dijo...

hace algunos días entreveo esto que escribis...
Increiblemente grato leer una suerte de pensamientos sumamente perspicazes ycoherentes!

felicitaciones por la iniciativa de plasmarlo!

(el tiempo robado sí es una mentira...! el tiempo perdido, gastado, ahorrado, acumulado... acaso existe??... te diste cuenta cómo las metaforas que usamos para hablar del tiempo están tan cristalizadas que nos hacen olvidar que manejamos todo nuestro pensamiento desde una lógica terrible??.... si no lo leiste aún, sumamente recomendable "metaforas de la vida cotidiana"..



Tranquilo! Tenes viaje para rato...

=)

Debi dijo...

Qué reflexión interesante! Creo que el primer paso es darse cuenta de que la piedra existe, después queda en uno ver qué hacer con ella. Claro que no es fácil, la piedrita molesta y aún más molesto es el empeño en sacarla. Hagamos lo que hagamos, las piedras estarán siempre y el riesgo de que se metan en nuestro calzado también. Lo importante es estar seguro de nuestras convicciones para recorrer el viaje.
Celebro que hayas retomado el blog!

Verónica N. Galarza dijo...

Lucas siempre se puede volver a nacer, y creo que una buena forma es interrogándonos.
Considero que tanto Responsabilidad - Libertad van unidas y las que nos permite transitar por un largo camino al que no todos llegamos, que es el de la Responsabilidad Subjetiva.
Podemos pensar que uno es lo creado, lo hablado, lo ordenado -y está todo bien, porque si no nos hubiesen hablado, si no nos hubiesen dicho, no existiríamos. Pero podemos pensar que el silencio es aquello que permite el pasaje de creado a creador. Entonces la pregunta que tendríamos que hacernos es: ¿hay responsabilidad en desistir de ser creador? ¿Hay responsabilidad en desistir de transitar ese pasaje de creado a creador?
Si la responsabilidad es la habilidad para responder, la responsabilidad por el acto del sujeto es responsabilidad por ser uno, por que no pensar donde eso creado era, "uno" ha de advenir. Y de esta manera ser creadores de nuestra Responsabilidad Subjetiva.
Un Beso